Conociendo mi clown en Helsinki

Acabo de terminar el contrato de Winter Circus Hurjaruuth. Estoy muy contento de haber podido conocer una compañía compuesta por personas tan bellas y profesionales. Tanto la compañía Hurjaruuth como yo hemos quedado con muchas ganas de cruzar nuestros caminos otra vez en un futuro, otra vez como artista de circo o quizás como ayudante de dirección, quien sabe.

©Riku_Virtanen
©Riku_Virtanen

Han sido cuatro meses en Helsinki en los que, a parte de enamorarme de su gran cultura de sauna, también he podido evolucionar mi clown.

Dos meses de creación y dos meses de representaciones con un total de 84 funciones, de las cuales unas 50 fueron con aforo completo. El hecho de poder hacer tantas veces el mismo show me ha venido genial para poder investigar con mi personaje clonwnesco. He tenido el espacio en el espectáculo y sentido la libertad de poder probar en cada función diferentes matices para desarrollar un mismo evento escénico y escuchar la diferente reacción del público. Hasta el 12 de enero, la última representación, me he sentido en constante creación, escuchando la reacción del público y modificando sutilmente mi personaje.

Evidentemente he tenido días en los que estaba agotado y tenía aun por delante dos funciones de 135 min cada una y fue entonces donde trabajé mi auto escucha y aprovechar en escena la sensación que tengo en el momento presente. Aceptaba que me sentía así y mi personaje partía de esto para reaccionar a lo que le sucedía. Sorprendentemente funcionaba mucho mejor que los días que intentaba convencerme que no estaba cansado, triste, nostálgico o eufórico.

Otro aspecto en el que he trabajado es los diferentes tipos de público. Durante la temporada hemos tenido 14 funciones con público compuesto por únicamente adolescentes, 7 funciones con público únicamente infantil y las otras 63 funciones fueron con público familiar. Rápidamente entendí que mi personaje funcionaba con el público familiar y con el infantil. Digamos que los finlandeses no son “mundialmente conocidos” como personas muy extrovertidas y expresivas pero lo que nos encontramos en la primera representación para adolescentes fue un muro frío. Creíamos y esperábamos que sintiesen algo dentro pero no expresaban la reacción de casi nada. Era evidente, si quería hacer reaccionar estos adolescentes finlandeses tenía que sacudirles con otra estrategia. ¿Por qué no reaccionaban?¿En que estarían pensando? Esta última fue una muy buena pregunta. Una palabra clave para mi estrategia has sido: empatía. Con todo tipo de público mi personaje ha buscado la empatía del espectador para llevarle así a situaciones extremas y absurdas. Con el público familiar e infantil esta empatía se creó fácil y orgánicamente pero con el público únicamente adolescente sentí una resistencia a esta empatía. Si nos paramos a pensar, al mismo tiempo es normal. El adolescente está en un momento de su vida que necesita alejarse de su identidad infantil para convertirse en adulto. ¡No iban a reírse de algo que hiciera reír a un niño, dónde vamos a parar! Para conseguir hacer reaccionar al público adolescente tuve que primero empatizar yo con ellos. Hice un trabajo de memoria y pensé en mi adolescencia, en cuáles eran mis preocupaciones. De repente me vinieron muchos recuerdos. 

Por ejemplo, uno que me ha servido bastante ha sido que quizás para algunos adolescentes era más importante al lado de quién estaban sentados en el teatro que el mismo espectáculo que estaban viendo. Probablemente aprovecharían para sentarse al lado de la persona que les gusta, yo así lo habría hecho… Así que empecé a utilizar esto a mi favor. Había un momento en concreto del espectáculo en el que mi personaje hipnotizaba otros personajes para hacerlos mover, hacer acrobacia, etc. Seguidamente jugaba con el público haciéndoles mover y crear situaciones. El día que los espectadores eran únicamente adolescentes, desde fuera del escenario los observaba y elegía de antemano las personas con las que veía que podría sacar más jugo a la situación. Una vez dentro de escena los hacía mover pero con el objetivo de crear alguna situación relacionada con esta “tontería adolescente” de sentarte al lado de la persona que te gusta y sorprendentemente las reacciones empezaron a aparecer y ser más expresivas.

Por otro lado, estoy entendiendo que uno de los motores de mi clown son las ganas/necesidad/obsesión de hacerlo todo bien. Pensándolo, tiene sentido que esta característica ayude a mi clown a crear material escénico orgánicamente porque conociéndome sé que a veces puedo llegar a ser un poco obsesivo en intentar “hacer las cosas bien”. Es decir que al final, estoy solo llevando al extremo una característica mía para llegar a situaciones cómicas. Vaya, reírse de uno mismo para que los demás puedan empatizar riendo. Una vez más pero, he visto que mi personaje funcionaba mejor con los adolescentes cuando primero le daba un aire pasota (por lo de empatizar con los adolescentes) y le mezclaba después algunos brotes de querer hacer bien las cosas. 

Me ha divertido mucho crear pequeñas escenas cómicas. Por ejemplo una bien simple era: entrar dos conos de obra en escena durante el montaje de un mástil chino, una especialidad de circo, y sacarlos de escena cuando el mástil estuviese montado. En sí mismo es una misión fácil. Pero, si le mezclamos muchas ganas de quererlo hacer bien y un poco de torpeza tenemos un resultado menos simple. Solo nos falta ya poner al lado de mi clown augusto una figura de payaso blanco, en este caso ha sido el jefe de los trabajadores interpretado por David Eisele, quien ha creado una hermosa resistencia y tensión escénica.

©uupitirronen
©uupitirronen
©uupitirronen
©uupitirronen

Concluyendo, muy contento de haber compartido estos cuatro meses con este bello equipo y sentir que puedo evolucionar como persona y artista. Ahora, cargado de motivación para empezar este 2020 lleno de retos. Por un lado, continuar trabajando para compañías ya establecidas (todo apunta que dentro de poco habrá novedades). Y por otro lado, junto a Daniel Esteban, me centraré en continuar a crear  «Infinit», el primer espectáculo de nuestra propia compañía, la Compañía Seon. En junio 2020 estrenaremos en el festival de circo contemporáneo Circada, en Sevilla, el cual nos cooproduce. Si tienes cualquier duda/comentario sobre este proyecto no dudes en contactarme a mí o a Diana, nuestra encargada de administración: seon.circo@gmail.com

Deja un comentario